Juan Gil 12 Meses

Este vino es ya un viejo amigo para mí. Lo que no esperaba era reencontrarme con él en una edad tan temprana, como la de esta añada 2009 y que me cautivara de nuevo superando todas mis expectativas, aunque a tenor de la añada estaba sugestionado de que se encontraría con falta de crianza reductiva, (botella) y: craso error; estupendo, muy  vivo, nervioso y con mucha garra, pero goloso, acogedor y generoso de sus virtudes.
Me gusta que las bodegas pongan sus caldos a la venta pudiéndose degustar perfectamente en el momento y no que haya que esperar en el tiempo a su momento óptimo. Seguramente tenga una evolución favorable, pero compro la añada del momento para degustarla y a veces te encuentras con vinos que debieran de reposar bastante tiempo en botella, preferiblemente en su cava de origen, pero no es este el caso y esto me gusta.
Los orígenes de la bodega son relatados desde 1916, creada por Juan Gil Giménez, Bisabuelo de la generación actual que la regenta.
D.O. Jumilla; siendo esta la mayor y más importante zona de producción de Monastrell del mundo. Los viñedos son propios y se encuentran situados a una altitud media sobre el nivel del mar de 800 Mtrs. Poseen 350 hectáreas. a 10 klmtrs. al NorEste de Jumilla, en la Comunidad Murciana, de las cuales 120 hectáreas rodean completamente a la bodega y el resto son pequeñas parcelas adquiridas después en el mismo entorno, denominado "término de arriba", donde el protector monte"de Cerezo", proporciona una ayuda extra de refresco en época estival.
Perfectamente aclimatada esta Monastrell, (que los Franceses reclaman como propia con el nombre de Mourvedre), tanto al terreno pobre, franco-arenoso y calizo, de secano, como a la baja pluviometría de algo menos de 300 Ltrs. anuales y diferencias de hasta 20º Centígrados entre la noche y el día en algunos momentos del ciclo vegetativo de la planta.
La edad media del viñedo elegido para este Morapio es superior a los 40 años, limitando naturalmente la producción pero ganando en esencia, (que ya sabemos que Gallina Vieja hace buén Caldo).
Uvas muy Mediterráneas a pesar de ser un clima marcadamente Continental, que desprenden gran cantidad de aromas de frutos rojos, terminando por segregar un delicioso jugo de gran finura.
A pesar de la gran concentración fenólica, se puede observar que ha sufrido una lenta y perfecta madurez de todo el racimo, no encontrando astringencia ó verdores dados por algunas de las partes de la uva, como pudiera ser la pepita al desprenderse de aceites esenciales cuando se rompen éstas en el procesado.
Su crianza en madera nos aporta unos deliciosos aromas terciarios de vainillinas y algo de coco, pero no interfiriendo en boca con los frutos primarios de la uva. Madera perfectamente ensamblada sin encontrar taninos secantes aportados por la Lignina de la madera, ni amargores de altos tostados; la madera ha realizado su labor de microoxigenación, domando a los primeros y desbocados líquidos que surgieron de la fermentación tumultuosa, propiciando la fermentación Maloláctica y aportando beneficios sin disfrazar al vino de algo que nos enmascare su esencia.
Ahora que el viento de Terral, (Norte), nos trae ráfagas Gélidas de la meseta central y a pesar de este solecito que nos acompaña, el vino nos invita a acompañarlo con un plato consistente, calórico y sabroso, como es un estofado de ternera y alubias pintas que amenaza con invadirme e inmovilizarme.
Me temo que no puedo esquivar más este combate con las Viandas, asi es que hasta pronto.
Precio medio en tiendas especializadas sobre los diez Euros.