Restaurante La Trilla Marbella

De nuevo hoy por Marbella,
mucho menos calor que ayer y esperemos que así siga, roguemos a San Lorenzo.

Hoy mi parada vuelve a ser acertada; me encuentro en La Trilla de Marbella, local situado en segunda linea de playa y a la altura del puerto deportivo.
Excepcional, superando de lejos las expectativas a primera instancia. Local familiar, moderno, muy acogedor y donde piensas que tomarás unas tapas, pero te encuentras con una cocina bién elaborada, además donde Matias transmite el cariño a su trabajo.
No desestimaremos en absoluto el mimo que Lola, su mujer, imprime en el servicio de los platos que se lanzan desde cocina.
Me encuentro en la terrazita, fresca incluso a las 4 de la tarde, donde sólo el ruido de algunos coches impiden que me duerma después de la selección de postres acompañada de un P.X. Malagueño que me han obligado a probar y aseguro no haber puesto resistencia alguna.
Primero me han servido una ensalada sensacional; volvemos al queso de cabra de fermentación láctica, (de rulo, vamos), esta vez dorado, crujiente en ambas caras y derretido por dentro, con una vinagreta de miel y trufa; después una mini  hamburguesa de rabo de toro sorprendentemente jugosa y hemos terminado con un mi cuit de foie de pato, carne de membrillo y acompañado para desengrasar en contraste, con una salsa elaborada con maracuyá, (fruta de la pasión) y yogourt griego.
Hoy lo he regado todo con un rosé de Care 2010, D.O. Cariñena, de tempranillo y Cabernet Sauvignon, con buena acidez, algo de carbónico residual que le aporta un punto mas de nervio y sobre todo goloso, muy goloso, casi tanto que a punto he estado de cambiar el P.X. en los postres por este rosado carnoso.
Al final los he bebido a ambos pensando que una vez dentro se llevarán como verdaderos amigos.
Hasta mañana.